INSTITUCIÓN EDUCATIVA SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER
Filosofía 10º-Jornada Tarde
Eje temático: Antropología filosófica
Docente: Belinda Figueroa Cuadro
Por Víctor Frankl
Lo que de verdad necesitamos es un cambio radical en nuestra actitud hacia
la vida. Tenemos que aprender por nosotros mismos, y después, enseñar a los
desesperados que en realidad no importa que no esperemos algo de la vida,
sino si la vida espera algo de nosotros. Tenemos que dejarnos de hacernos
preguntas sobre el significado de la vida y, en vez de ello, pensar en nosotros
como en seres a quienes la vida les inquiriera continua e incesantemente.
Nuestra contestación tiene que estar hecha no de palabras ni tampoco de
meditación, sino de una conducta y una actuación rectas. En última instancia,
vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a
los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna
continuamente a cada individuo.
Dichas tareas y, consecuentemente, el significado de la vida, difieren de
un hombre a otro, de un momento a otro, de modo que resulta completamente
imposible definir el significado de la vida en términos generales. Nunca se
podrá dar respuesta a las preguntas relativas al sentido con argumentos
especiosos. “Vida” no significa algo vago sino algo muy real y concreto que
configura el destino de cada hombre, distinto y único en cada caso. Ningún
hombre y ningún destino pueden compararse a otro hombre u otro destino. Ninguna
situación se repite y cada una exige una respuesta distinta; unas veces la
situación en que un hombre se encuentra puede exigirle que emprenda algún tipo
de acción; y otras, puede resultar más ventajoso aprovecharla para meditar y
sacar las consecuencias pertinentes. Y, a veces, lo que se exige al hombre
puede ser simplemente aceptar su destino y cargar con su cruz. Cada situación
se diferencia por su unicidad y en todo momento no hay más que una única
respuesta correcta al problema que la situación plantea.
Cuando un hombre descubre que su destino es sufrir ha de aceptar dicho
sufrimiento, pues esa es su sola y única tarea. Ha de reconocer el hecho de
que, incluso sufriendo, él es único y está solo en el universo. Nadie puede
redimirle de su sufrimiento ni sufrir en su lugar. Su única oportunidad reside
en la actitud que adopte al soportar su carga.
EL SENTIDO DE LA VIDA
Dudo que haya ningún médico que pueda contestar ésta pregunta en términos
generales, ya que el sentido de la vida difiere de un hombre a otro, de un día
para otro, de una hora a otra hora. Así pues, lo que importa no es el sentido
de la vida en términos generales, si no el significado concreto de la vida de
cada individuo en un momento dado. Plantear la cuestión en términos generales
puede equipararse a la pregunta que se le hizo a un campeón de ajedrez:
“Dígame, maestro, ¿cuál es la mejor jugada que puede hacerse?”. Lo que ocurre
es, sencillamente, que no hay nada que sea la mejor jugada o una buena jugada,
si se la considera fuera de la situación especial del juego y de la peculiar
personalidad del oponente. No deberíamos buscar un sentido abstracto a la vida,
pues cada uno tiene en ella su propia misión que cumplir; cada uno debe llevar
a cabo un cometido concreto. Por tanto, ni puede ser reemplazado en la función,
ni su vida puede repetirse; su tarea es única, como única es su oportunidad
para instrumentarla.
Como quiera que toda situación vital represente un reto para el hombre y le
plantea un problema que sólo él debe resolver, la cuestión del significado de
la vida puede en realidad invertirse. En última instancia, el hombre no debería
inquirir cuál es el sentido de la vida, sino comprender que es a él a quien se
inquiere. En una palabra, a cada hombre se le pregunta por la vida y únicamente
puede responder a la vida respondiendo por su propia vida; sólo siendo
responsable puede contestar a la vida. Por eso, la Logoterapia considera que la
esencia íntima de la existencia humana está en su capacidad de ser responsable.
Frankl, Víctor E., EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO.
Herder, Barcelona, 1995. Texto I: Págs. 78-79; Texto II: Págs.
107-108.
1. ¿Qués es lo que más te llama la atención del texto leído?
2. ¿Cuáles aspectos enunciados en el texto crees que vale la pena resaltar para darle sentido a tu vida?
3. Como interpretas:
A. “Lo que de verdad necesitamos es un cambio radical en nuestra actitud hacia la vida”.
B.” Tenemos que aprender por nosotros mismos, y después, enseñar a los desesperados que en realidad no importa que no esperemos algo de la vida, sino si la vida espera algo de nosotros”.
C.” En última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo”.
D.” “Vida” no significa algo vago sino algo muy real y concreto que configura el destino de cada hombre, distinto y único en cada caso”.
E.” lo que importa no es el sentido de la vida en términos generales, si no el significado concreto de la vida de cada individuo en un momento dado”.
F.” En última instancia, el hombre no debería inquirir cuál es el sentido de la vida, sino comprender que es a él a quien se inquiere”.
G.” En una palabra, a cada hombre se le pregunta por la vida y únicamente puede responder a la vida respondiendo por su propia vida; sólo siendo responsable puede contestar a la vida”.
4. ¿De este texto que enseñanza sacas para tu vida como estudiante de 10º grado?
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